Daño colateral

Carmen Gloria López

Eran miles, cubrieron el horizonte. Llevaban cacerolas y carteles. Reían y bailaban. Aunque sólo puedo ver, entendí que luchaban por los que tenemos poco. Se encaramaban sobre mi general con banderas nuevas, pedían justicia. Mi padre decía que los pobres no le importan a nadie. Estaba equivocado, ¡me sentí tan feliz! Hasta que vi a otros soldados apuntar y lanzar bombas. A dos mujeres les dispararon en los ojos, más lejos apalearon a otros.

Y un día, los mismos que cantaban me pusieron una soga al cuello; quise gritarles que yo era un pelado raso de la guerra del Pacífico, un soldado anónimo. No pude. Jalaron hasta liberarme de mi puesto de guardia, lo que me alegró, pero caí de cabeza en la fuente y después me patearon en el suelo. Ya no escucho nada, creo que al fin he muerto.


(El protagonista es la estatua de un soldado que acompaña o custodia la espalda a la figura del general Manuel Baquedano, héroe de la guerra del Pacífico. La autora del poema: Carmen Gloria López (1966) es periodista, guionista y escritora. Su última novela es La venganza de las cautivas.)

Fuente: letralia.com

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